En Plenitud en Cristo, la Escuela Bíblica está dirigida a niños de 4 a 11 años a los que llamamos Plenikids. Dividimos nuestros grupos en dos de acuerdo a su capacidad de leer y escribir; un grupo de 4 a 6 años y otro de 7 a 11 años.
Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Para lograr este objetivo, se busca cubrir cada preferencia de aprendizaje y obtener así una enseñanza grupal exitosa, nuestras maestras emplean diferentes formas de enseñanza de acuerdo a la manera de aprender de cada alumno (vista, oído, tacto y movimiento); es por ello que el niño es guiado para alabar a Dios, se le enseña la bendición de ofrendar, la importancia de orar, recibe una enseñanza de un pasaje bíblico mediante el apoyo de ayudas visuales en papel, video o película y finalmente se realizan actividades manuales.
Como la meta de este plan de trabajo es ayudar a los niños a ser más semejantes cada día en su carácter a Cristo, cada lección incluye una actividad de aplicación de lo que han aprendido, a su vida diaria, mostrándoles de esta manera que ser como Jesús es más que evitar un castigo o recibir un premio, sino que se trata de elegir lo recto porque aman a Jesús y quieren ser como Él.
El programa utilizado enseña como adaptar la enseñanza a clases grandes y pequeñas, la importancia de la búsqueda de recursos que enriquezcan la clase y cómo “Planificar sin dejar de disfrutar” esta hermosa experiencia que se vive al trabajar para este ministerio, pues los adultos también aprendemos de los pequeños. Cada maestra personaliza su tiempo de clase, es decir planea su lección, ora por los alumnos, toma nota de las características de cada niño, así como de sus preferencias y habilidades con el fin de conocerlos de una manera más cercana.
Otro de los objetivos de nuestra escuela es fomentar la cooperación, debido a que reconocemos que es el principal aspecto positivo a considerar para mantener la disciplina en el salón de clase, pues sabemos que el amor es el ingrediente más importante para realizar cada ministerio o actividad conforme al anhelo del corazón de nuestro Padre. Por esta razón, en Plenitud en Cristo, nos esforzamos por mostrar al niño cuándo es necesario cambiar de actitud recurriendo al amor, al refuerzo de sus actitudes positivas, pues es más eficaz que la reprensión por la mala conducta.
En una frase, desde pequeños los enseñamos a esforzarse cada día a crecer a la estatura de Jesús.
Efesios 4:13 “13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; “
