I MENSAJE CENTRAL
La semana pasada Dios nos habló, en su palabra, de la importancia de vencer a nuestra carne para poder tener las relaciones personales llenas de abundancia que él diseñó para nosotros.
Hoy nos hablará de la importancia de dominar nuestras emociones para poder disfrutar de esa vida en abundancia que él nos prometió y consumó para nosotros en la cruz.