I MENSAJE CENTRAL
Hoy vamos a seguir hablando de: La batalla que tiene la fe con las riquezas.
Hoy Dios nos va a terminar de enseñarnos en su palabra como puede nuestra fe vencer la oposición de las riquezas.
II INTRODUCCIÓN
La semana pasada aprendimos a dimensionar lo que significa que el dinero y las riquezas son un señor que le quiere llevar la contraria a la voluntad de Dios.
Y por eso no podemos servir a dos señores, quedaremos mal con alguno de los dos, no podemos servir a Dios y a las riquezas.
Hay algo implícito: siempre servimos a alguien con lo que hay en nuestro corazón y pensamientos: Servimos a Dios o al señor dinero, y le agregaré a las tinieblas.
De hecho, el señor dinero es parte del reino de las tinieblas, la palabra griega que se usó en Mateo 6:24 para describir a las riquezas es Mamón, una palabra griega para describir a un demonio llamado Mamón, que es el dios falso de las riquezas.
Lo que Dios te ordene no tu carne.
Sólo déjeme recordarle que el dinero y las riquezas le pertenecen a Dios y nosotros lo debemos usar como un sirviente, donde nosotros no le pedimos permiso al dinero para hacer, ojo con esto: Lo que Dios nos ordene, no lo que tu carne quiere o los gustitos que te quieres dar, ¿Me explico?
Cuando nosotros dependemos del dinero que ganamos para obedecer la voluntad de Dios, ahí es cuando convertimos al dinero en nuestro señor.
Que él sea señor no es problema, el problema es que lo convirtamos en nuestro señor.
De aquí que el mensaje de hoy lleva por título: LOS DOS SEÑORES parte II. La batalla de la fe contra las riquezas.
III HACIENDO RIQUEZAS CONFORME A DIOS (Continuación)
Nos quedamos la semana pasada en esta sección: Haciendo riquezas conforme a Dios.
Aprendimos 4 principios para hacer riquezas conforme a Dios, la semana pasada: 1) Pida sabiduría a Dios y no dinero, 2) Es Dios quien nos da la fuerza para hacer las riquezas, 3) No le dé a Dios lo que le sobra y 4) Confíe en que Dios le hará prosperar y le dará riquezas.
Dios no tiene problema con que usted sea prosperado y tenga riquezas, siempre y cuando usted no las ponga en el primer lugar de su corazón y le quite su lugar a Dios.
Vamos a conocer hoy otros tres principios para hacer riquezas, pero conforme al corazón de Dios:
(NVI) Mateo 6:31-34 “31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.”
Comer, beber y vestir se compra con dinero, pero Jesús está diciéndonos que el Padre sabe lo que necesitamos y él nos lo dará como una añadidura de buscarlo y confiar en Él.
Mire al apóstol Pablo como se los enseñó a los filipenses.
(NVI) Filipenses 4:15-20 “15 Y ustedes mismos, filipenses, saben que en el principio de la obra del evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en mis ingresos y gastos, excepto ustedes. 16 Incluso a Tesalónica me enviaron ayuda una y otra vez para suplir mis necesidades. 17 No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, sino que trato de aumentar el crédito a su cuenta (celestial). 18 Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado. 19 Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.20 A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Pablo está hablando del dinero que recibía de las ofrendas y diezmos. Pero cuando dice que por eso el Padre suplirá todo lo que necesiten, de acuerdo a las riquezas que el Padre tiene para los que están en Cristo Jesús.
La palabra riquezas es la palabra griega Ploútos, que significa: Riqueza, literalmente significa dinero, posesiones, abundancia, riquezas.
Cuando la gente da con generosidad para la iglesia y sus ministros, Dios les suplirá todas sus necesidades de dinero, les dará riquezas, prosperidad, posesiones y abundancia.
Este es el poder que tiene el diezmo, que estás priorizando que el 10% de las riquezas que Dios te da sean para su obra y los ministros de tu iglesia.
Los discípulos servían a Dios y a Jesús con todo su corazón, de hecho, lo dejaron todo por seguirlo a Él, mira cual es la recompensa de seguir a Jesús sin reparos:
En este pasaje Jesús está enseñando de riquezas, fue cuando un rico no quiso dar sus bienes a los pobres y seguirlo, y Jesús dijo: “Cuan difícil le será entrar al reino de Dios a los ricos”.
(RVR60) Marcos 10:28-31 “28Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio (de la Gracia), 30que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.”
Esta promesa de riqueza y prosperidad es para esta vida y además recibirán la vida eterna.
Pero la causa de seguir a Jesús debe ser predicarlo a él y a su evangelio.
Y eso no es sólo para mí como predicador principal de esta casa, sino para todo el que con su vida entera lo quiera seguir a Él y predicar el evangelio de la gracia.
La gente piensa que el dinero no es espiritual, que es sólo material, pero el dinero es tan espiritual que compite con Dios por ser tu Señor.
El dinero es espiritual cuando lo produces bajo los principios de Dios, el dinero es material cuando lo produces bajo los principios del mundo.
Podemos concluir está sección diciendo que estos siete principios, que no son todos, son poderosos para que Dios nos dé riquezas y prosperidad.
IV LA FE VENCE AL SEÑOR DINERO
Esta segunda parte se llama: La fe vence al señor dinero.
Dios sabe la importancia que tiene el dinero para nosotros, pues la mayoría de las cosas que se necesitan para vivir la vida se compran con dinero, por eso compite contra la fe, porque Dios quiere que confiemos en Él y no en el dinero o riquezas que tengamos.
Algo que Dios quiere que su pueblo crea es que la fe más valiosa que el dinero, por eso la Escritura dice:
(NVI) Isaías 55:1 “ ¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno.”
Cuando Dios te ponga algo en el corazón y el corazón te arda sabiendo que ese es un propósito de Dios para tu vida, lo que la palabra enseña es ve y hazlo, aunque no tengas dinero.
Esto es vivir bajo el favor de Dios, por la obra consumada en la cruz.
Jesús los envió llenos de fe.
Después de que Jesús preparó a sus discípulos por tres años los mando a predicar a otras ciudades, y mire lo que les ordenó:
(RVR60) Marcos 6:7-8 “7Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. 8Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente bordón; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto,”
La alforja era una bolsa para llevar cosas, es decir, que no llevaran cosas, ni pan, ni dinero y bordón era un bastón para las colinas que iban a subir y bajar.
Lo que Jesús quería es que ellos vencieran con su fe al señor dinero, para que el dinero nunca fuera un obstáculo para llevar a cabo los propósitos de Dios.
Jesús quería que usaran su fe para creer que su Padre se encargaría de proveerlos de todo lo que se compra con dinero.
El apóstol Pablo le dijo a Timoteo:
(NVI) 1ª Timoteo 6:17-19 “17 A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. 18 Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. 19 De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera.”
Les está diciendo que usen su fe para confiar en Dios que él los proveerá y no sus riquezas.
Por eso decíamos la semana pasada que vivir por fe es confiar en Dios a pesar de no ver el dinero que se necesita para llevar a cabo el propósito de Dios.
Debemos tomar acciones de fe a pesar de no ver, creyendo siempre que Dios nos lo dará.
V LO ESPIRITUAL ES MÁS VALIOSO QUE EL DINERO
Esta última parte que se llama: Lo espiritual es más valioso que lo material.
Quiero que vea y entienda este mensaje que les dio el apóstol Pablo a los corintios:
(NVI) 1ª Corintios 9:7-12 “7 ¿Qué soldado presta servicio militar pagándose sus propios gastos? ¿Qué agricultor planta un viñedo y no come de sus uvas? ¿Qué pastor cuida un rebaño y no toma de la leche que ordeña? 8 No piensen que digo esto solamente desde un punto de vista humano. ¿No lo dice también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: «No le pongas bozal al buey mientras esté trillando.»(déjalo que coma mientras trabaja) ¿Acaso se preocupa Dios por los bueyes, 10 o lo dice más bien por nosotros? Por supuesto que lo dice por nosotros, porque cuando el labrador ara y el segador trilla, deben hacerlo con la esperanza de participar de la cosecha. 11 Si hemos sembrado semilla espiritual entre ustedes, ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material? 12 Si otros tienen derecho a este sustento de parte de ustedes, (Todos los servicios que recibes y pagas)¿no lo tendremos aún más nosotros? Sin embargo, no ejercimos este derecho, sino que lo soportamos todo con tal de no crear obstáculo al evangelio de Cristo.”
Todos los servicios que recibes como: Luz, teléfono, celular, internet, educación, comida, viajes, todo, ellos te exigen un pago, porque están comerciando contigo.
Pablo dice, nosotros los predicadores también tenemos derecho a recibir un pago a cambio de nuestro servicio, como todo lo demás que pagas.
Si nosotros les enseñamos lo espiritual ¿no deberíamos cosechar lo material de ustedes?
Lo espiritual es más valioso que tu dinero.
Pero termina diciendo: Pero nosotros no ejercemos ese derecho para que no se obstáculo del evangelio.
Por eso en la iglesia no cobramos por servirle, pero debe entender, por fe, que diezmar y ofrendar del evangelio de la gracia de nuestro Señor Jesús, le conviene más a usted, porque siendo una obligación para usted, (si para los predicadores es un derecho, para usted es una obligación), pero al ser una obligación no exigida, cuando usted la cumple, la está cumpliendo por fe y por amor a Dios y a su obra, por amor a sus pastores y no por obligación.
Y ahí es donde la fe vence al señor dinero. ¿Amén?