Predicaciones

I        MENSAJE CENTRAL

Hoy abundaremos en el poder maravilloso y único que tiene la obediencia de nuestro Señor Jesucristo.

Te presentaré otro ángulo de lo que significa tomar tu cruz y seguir a Jesús,  y te darás cuenta de que has estado cargando, por años, cargas que no era necesario que llevaras.

 

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II          INTRODUCCIÓN

Vamos a la Biblia:

(RVR60) Mateo 11:28-3028Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

Jesús nos pide que lo sigamos, que vayamos a él y nos da una promesa si lo hacemos: “Que nos dará descanso”, y la razón de ese descanso es que su yugo es fácil y su carga es ligera.

Y esta siempre había sido una pregunta que yo me hacía en mis tiempos de oración y de plática con el Señor:

Señor, si seguirte a ti debería traducirse en descanso para la gente, porque tu yugo es fácil y tu carga ligera ¿Por qué la inmensa mayoría de los cristianos, de antes y de ahora, y me incluyo, viven vidas que no se parecen a vivir en descanso sus almas y mucho menos que sus cargas sean ligeras?

Eso me pregunté hace diecinueve años que conocí a Jesús y me lo seguía preguntando, hasta hace algunas semanas, que el Señor me develó este mensaje que hoy voy a compartir contigo.

(RVR60) Filipenses 2:88y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

Su obediencia, y no la nuestra, es la clave de poder llevar a cabo una vida en el reposo del Señor y experimentar, en todas las áreas de nuestra vida, cargas ligeras y yugos fáciles de llevar.

De aquí que el mensaje de hoy lleva por título: LA OBEDIENCIA DE CRISTO. La clave para una vida con cargas ligeras.

                                   

III         SU OBEDIENCIA NOS PONE SU ARMADURA

En esta primera parte del mensaje entenderemos como su obediencia nos coloca la armadura de Dios para poder vencer todo ataque espiritual de las tinieblas, lo que nos ayudará a reforzar la enseñanza de la semana pasada.

Recordando lo que es la batalla espiritual.

Como enseñamos la semana pasada, cuando hablamos de batalla espiritual, estamos hablando de la batalla por los pensamientos en nuestra mente, y no estamos hablando ni de posesiones demoniacas, ni de echar fuera demonios, no, estamos hablando de la batalla espiritual por los pensamientos.

(Si no vio el mensaje de la semana pasada, se lo recomiendo para que pueda entender mejor).

Vamos a la Biblia:

(RVR60) Efesios 6:10-12 10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (No dice de nuestra fuerza, sino de la suya). 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

Entendiendo que es estar firmes.

¿A qué se refiere con que podamos estar firme contra las asechanzas del diablo?

Vayamos a otro pasaje para explicarlo mejor:

(RVR60) 1ª Pedro 5:8-98Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”

Estar firmes contra el diablo se trata de resistir mediante tu fe sus ataques hacia tus pensamientos, sabiendo también, que esos ataques hacia los pensamientos nos pasan a todos los hermanos en Cristo en todo el mundo.

Veamos otro ejemplo:

(NVI) Lucas 22:31-32 31 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes (los discípulos) como si fueran trigo. 32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí (O sea, cuando recuperes tu fe en mí), fortalece a tus hermanos.”

El diablo puso pensamientos de temor en Pedro para que negara a Jesús, pero Jesús ya sabía que Pedro lo iba a negar tres veces, pero estaba orando para que su fe pudiera vencer esos pensamientos y regresar al Camino y confirmar en esa fe a todos los discípulos, a los ciento veinte, para que de ahí partiera la predicación del evangelio de las Buenas Nuevas.

¿Se da cuenta que cuando la Biblia habla del ataque del diablo está hablando de la batalla de los pensamientos, que explicamos la semana pasada, y que esos pensamientos se combaten con pensamientos de fe?

Entendiendo la armadura de Dios.

Con este entendimiento, vayamos a ponernos la armadura de Dios para poder estar firmes ante las asechanzas del diablo a nuestra mente.

(RVR60) Efesios 6:13-17 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo (O sea, cuando vengan esos malos pensamientos), y habiendo acabado todo, estar firmes (en la fe). 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz (O sea, predicar el evangelio de la gracia). 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

Entonces la armadura de Dios se compone de seis partes:

  • El cinturón de la verdad, ¿Quién es la verdad? Cristo. El dijo: Yo soy el camino, al verdad y la vida.
  • La coraza de la justicia. ¿De donde nos viene la justicia? De la obediencia de Cristo en la cruz.
  • Predicar el evangelio de la gracia. ¿Quién es la gracia? Jesús es la gracia.
  • Tomar el escudo de la fe. ¿Quién es el autor y consumador de la fe? Nuestro Señor Jesús.
  • Ponerse el casco de la salvación. ¿Quién es nuestro Salvador? Cristo nuestro Señor.
  • Usar la espada del Espíritu Santo que es la palabra de Dios. ¿Quién es la palabra de Dios? Jesús es el Verbo de Dios, Él es la palabra de Dios.

(RVR60) Juan 1:1-31En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

(RVR60) Apocalipsis 19:1313Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.

Todos los atributos de la armadura tienen uno o varios versículos de soporte, pero solo les puse el último por lo bello de su alineación con el apocalipsis.

¿Se da cuenta que cada parte de nuestra armadura espiritual para vencer al diablo es Cristo?

Lo fácil de ponerse su armadura.

Aquí viene lo fácil y ligero: Que, si usted está en Cristo y entiende, valora y cree en todo lo que significa la obra de su obediencia en la cruz, usted trae siempre puesta la armadura de Dios.

Antes creíamos, bajo la mezcla de la ley con la Gracia, que debíamos hacer largas oraciones llenas de versículos bíblicos para podernos poner la armadura de Dios, claro, filtrados por los esfuerzos del hombre, pero en el evangelio de la gracia, donde nuestra mirada siempre está en Jesús y en lo que Él hizo solo creyendo en su obediencia nos pone su armadura en automático.

Porque traer la armadura de Dios no depende de lo que usted haga o deje de hacer, sino que depende de su fe en lo que Jesús hizo y lo que Jesus es: Él es cada parte de nuestra armadura. ¡Aleluya!

 

IV         SU OBEDIENCIA, EL PODER DEL PADRE NUESTRO

Si algo necesitamos es saber orar, porque dice la palabra que la oración del justo puede mucho, así que en esta segunda parte del mensaje aprenderemos como su obediencia le da poder a la oración del Padre Nuestro.

Jesús enseñó a orar a la gente que lo escuchaba dar, lo que conocemos como, el sermón del Monte, eso abarca los capítulos 5, 6 y 7 del evangelio de Mateo:

(RVR60) Mateo 6:9-139Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;

Ahora veámoslo a la luz de su obediencia:

  • Padre nuestro que estás en los cielos.

La única razón por la que tú le puedes llamar al Dios Todo Poderoso creador del universo, Padre, es por la obediencia de Jesús:

(RVR60) Mateo 11:2727Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.”

Así que, si para usted Dios es su Padre es porque Cristo se lo reveló.

  • Santificado sea tu nombre.

Dios es el que nos santifica a nosotros siempre, pero aquí estamos diciendo que Su nombre sea santificado.

Ahora, ¿Usted cree que nuestra boca es la que puede santificar a Dios? No, a Dios lo que lo santifica es la obediencia.

Cuando Moisés no lo obedeció para hablarle a la peña para que le diera agua al pueblo, Dios le dijo que no lo santificó:

(RVR60) Números 20:1212Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

(RVR60) Deuteronomio 32:51-5251por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. 52Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.”

¿Se da cuenta? A Dios lo santifica nuestra obediencia.

Por eso Adán fue desterrado del paraíso porque al no obedecer a Dios no lo santificó.

            A Adán lo sacó y a Moisés no lo dejó entrar. 

Pero obedecer a Dios es imposible para nosotros, no podemos obedecer a Dios en todo, y, además, si nos queremos guiar por nuestra obediencia nos estaríamos regresando a la ley y menos podemos ser obedientes, porque con una cosa que fallemos, fallamos toda la ley. 

Entonces, ¿En dónde está nuestra obediencia? En la obediencia de Jesús, que es le único hombre que pudo obedecer a Dios en todo, y la buena noticia es que esa obediencia nos incluye a nosotros, su obediencia nos hace justos y obedientes a los ojos de Dios, por nuestra fe en la obediencia de Cristo.

Romanos 5:1919Porque así como por la desobediencia de un hombre (Adán) los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno (Jesús), los muchos serán constituidos justos.

La obediencia de Jesús nos hace justos y por lo tanto obedientes.

Así que cuando oremos el Padre Nuestro, digamos con certeza: Santificado sea tu nombre por la obediencia de nuestro Señor Jesús que nos hace justos y obedientes delante de ti.

  • Venga tu reino.

El reino de su gracia se estableció por su obediencia en la cruz.

  • Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

En el reino de su gracia es donde opera perfectamente su voluntad, al igual que opera en los cielos.

Y su voluntad en nosotros solo es buena, agradable y perfecta, por la obediencia de Jesús en la cruz.

  • El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Esta es una frase para pedir provisión, no solo de comida sino toda la provisión que necesitemos, en todos los sentidos.

Así que pide el pan de cada día, pero en especial pide el Pan que descendió del cielo, de donde nos viene toda nuestra provisión: de la obra de obediencia en la cruz.

  • Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

El perdón de nuestros pecados nos viene de la cruz también, y ese perdón es el que nos inspira o motiva a perdonar a todo aquel que nos ofenda.

Otra vez, la obediencia de su cruz nos trajo perdón de pecados.

  • Y no nos metas en tentación.

La palabra tentación en el original griego es la palabra Peirasmos que significa: Someter a otro a prueba para conocer su verdadera naturaleza o carácter. 

Entonces lo que oramos es pedirle al Padre que no nos someta a más pruebas de carácter porque Jesús, con su obediencia, pasó LA PRUEBA, la cruz era la prueba de carácter para la humanidad que creería en Él.

Entonces, la razón por la que le pedimos a Dios que no nos meta en situaciones para probar nuestro carácter es porque por la obediencia de Jesús, ya pasamos la prueba de pruebas, porque Jesús nos llevó en esa cruz.

(RVR60) Gálatas 2:20(a)20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;

  • Mas líbranos del mal.

Aquí pedimos que en vez de ponernos a prueba solo nos libre de todo mal terrenal, porque por su obediencia, Jesús nos ha dado toda su protección.

Así que nuestra oración del Padre Nuestro, a la luz de la obediencia de Cristo, toma un poder sobrenatural, porque no oramos lo que debemos o podemos hacer, sino lo que Jesús hizo en esa cruz, que fue ser O-BE-DIEN-TE hasta la muerte y muerte de cruz.

 

V       TOMA TU CRUZ Y SIGUE A JESÚS

En esta última parte del mensaje entenderemos lo que, verdaderamente, significa tomar tu cruz y seguir a Jesús.

(RVR60) Mateo 10:37-3837El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”

Entendiendo que es No ser dignos.

¿Qué significa que si amamos a nuestros padres o hijos más que a Jesús no somos dignos de él?

Lo primero que debemos saber es lo que significa No ser dignos, para poder entender este pasaje.

Para explicarles qué significa No ser dignos, déjenme tomar el ejemplo de la Cena del Señor o Santa Cena, que le llamamos.

(RVR60) 1ª Corintios 11:2929Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.”

No ser digno significa no saber discernir y discernir, dice el diccionario, que es: Entender, apreciar o comprender algo.

Cuando se trata de nuestro Señor Jesús, se hacen las cosas indignamente, cuando no entendemos, apreciamos o comprendemos lo que Él ha hecho por nosotros.

Haciendo comparaciones sin entender.

Bueno, de igual manera, cuando Jesús nos dice que, si amamos a nuestros afectos naturales más que a él, somos indignos, nos está diciendo que es que no entendemos ni apreciamos todo lo que él hizo por nosotros en la cruz.

Claro que Jesús no se está comparando con el amor que le podemos tener a un padre a los hijos, porque ese amor se da con el alma y el amor a Jesús se da con el espíritu. ¿Me sigue?

La palabra más es un comparativo, “Si amas a padre o madre más que a mí…” más que a alguien o a algo, por eso Jesús dice, si tú quieres comparar el amor a un padre o a los hijos conmigo, no entiendes nada, somos incomparables, dice Jesús.

Claro que cuando entiendes y valoras a Cristo puedes amar mejor con el alma a tus afectos, porque amas a Jesús con tu espíritu, y esa es una obra del Espíritu Santo.


Tomar su cruz y seguirle.

Y lo mismo a la hora de tomar nuestra cruz y seguirle, si no entendemos y apreciamos lo que significa tomar nuestra cruz y seguirle, lo estaremos haciendo indignamente.

O sea, Jesús dice, “el que no toma su cruz y me sigue, no entiende quién soy, ni a qué he venido, no entiende nada, porque seguirme es lo que más le conviene” ¿Me explico?

¿Qué significa tomar tu cruz?

Por mucho tiempo creímos que tomar nuestra cruz y seguirlo implicaba morir “al mundo” y hacer mucho sacrificio, como lo hizo él por nosotros, pero eso no se alinea con eso de que seguirlo nos daría reposo a nuestra alma y sería fácil y ligera la carga de seguirlo, ¿Está de acuerdo?

Pero bajo su gracia Dios nos abre los ojos y nos revela de qué se trata, vamos a la Biblia:

(RVR60) Gálatas 2.20-2120Con Cristo estoy juntamente crucificado (O sea, que tu sacrificio fue hecho en Su sacrificio), y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

Cristo murió para darnos su justicia por gracia, y con su sacrificio en la cruz él nos llevó a cada uno de nosotros, así que tomar tu cruz NO significa que tengas que HACER grandes sacrificios, sino que entiendas, valores y creas que su sacrificio te permite seguirlo. ¿Amén?

Resultado: Una vida con cargas ligeras.

Y esto es lo que te permite vivir una vida con cargas ligeras y fáciles, porque confías en que su obediencia hasta la cruz te permite que tus cargas en la vida se vuelvan ligeras.

Estudiar, trabajar, tu matrimonio, hacer ejercicio, tener hijos, criarlos en el Señor, poner un negocio, cuidar de tus padres, tu ministerio y cualquier cosa que quieras o tengas que hacer, creas que su obediencia en la cruz ganó para ti que todas esas cargas juntas te serán fáciles y ligeras.

Se trata de creer esto y valorarlo.

 

VI         MINISTRACIÓN

Después de este mensaje ¿Podemos creer, valorar y orar que la obediencia de Cristo en la cruz nos hace vivir una vida con cargas ligeras y fáciles?

Por muy difícil que esté tu circunstancia, cree que Jesús se está llevando todas esas pesadas cargas y te hace vivir, junto a él, una vida ligera y fácil, porque él lo hizo todo para ti desde la obediencia de la cruz.

Amén.

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