I MENSAJE CENTRAL
Te voy a resumir el mensaje en una frase: Dios quiere que habitemos todos los días en un lugar donde podamos descansar a la vez ser muy productivos.
Esto parece una contradicción, como lo fue en su momento el lema de nuestro Nuevo Comienzo: “2022, año de reposo y aceleramiento”, pero después lo entendimos cuando entendimos como opera su gracia.
Hoy Dios nos va a enseñar en su palabra como ser muy productivos en todas las áreas de nuestra vida mientras descansamos en Él.
II INTRODUCCIÓN
Acompáñeme a la Biblia:
Éxodo 3:7-8(a) “7Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel,”
Egipto representa vivir en esa tierra donde todo es estrés, angustia y aflicción, pero Dios prometió sacar a su pueblo y llevarlo a una tierra buena, ancha y muy productiva, eso es lo significa “una tierra que fluye leche y miel”.
Después les dijo el Señor:
(NVI) Deuteronomio 6:10-12 “10 El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que les juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, 11 con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud.”
La tierra prometida es una tierra donde fluye el favor del Señor y es muy productiva para nosotros, tanto, dice la Escritura, que gozaremos de muchos beneficios sin haber hecho mucho o casi nada por ellos, eso es lo que significa tener casas que no edificamos, llenas de toda clase de bienes que no gastamos, usando el agua de cisternas que no cavamos y el fruto de plantas que no plantamos.
¿Se da cuenta? Vivir bajo su gracia es vivir en la tierra prometida del favor inmerecido de Dios.
De aquí que el mensaje de hoy lleva por título: TIERRA DE FAVOR. El lugar de descanso más productivo.
III LA PUERTA DE ENTRADA A LA TIERRA DE FAVOR
Esta primera parte del mensaje la he titulado: La puerta de entrada a la tierra de favor.
Acompáñeme a la Biblia:
Romanos 4:22-25 “22por lo cual (a Abraham) también su fe le fue contada por justicia. 23Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada (la fe), 24sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada (nuestra fe), esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”
A nosotros nos es tomada en cuenta nuestra fe en Jesús como justicia, por eso dice al final, que Jesús fue entregado por nuestros pecados, pero resucitado para nuestra JUSTIFICACIÓN.
Por su resurrección somos llamados justos, ¿Amén? Jesús es nuestra justificación.
Sigue diciendo el apóstol Pablo:
Romanos 5:1-2(a) “1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,”
Nuestra fe en que somos justos o justificados por la resurrección de nuestro Señor Jesús nos da la entrada a esta gracia en la cual, dice la Escritura, que estamos firmes.
Justos es sinónimo de correctos delante de los ojos de Dios, no somos correctos, pero por nuestra fe en la resurrección de nuestro Señor Jesús, eso nos hace aparecer correctos delante de Dios.
Bien plantados en su Gracia.
Esto significa que, por nuestra fe, estamos bien plantados en su gracia.
Ahora, Gracia es la palabra griega Charis que significa: Regalo o favor inmerecido.
La gracia no es un regalo ganado por alguna buena actitud o por alguna buena obra, no, la gracia es el favor inmerecido de Dios para nuestras vidas.
Entonces podemos concluir esta parte del mensaje diciendo: Que la puerta de entrada para vivir en la tierra del favor de Dios es que tú y yo nos sepamos justos, por la fe en la resurrección de nuestro Señor Jesús.
IV ¿DE QUÉ SE TRATA VIVIR EN LA TIERRA DE FAVOR?
Esta segunda parte del mensaje le he titulado: ¿De qué se trata vivir en la tierra de favor?
Escuche esto: Vivir en la Tierra del favor de Dios se trata de¿Qué creo? Antes de ¿Qué hago?
La ley siempre te llevará a creer en lo que “tienes que hacer”, la gracia siempre te lleva a creer en lo que Jesús ya hizo.
Por ejemplo, cuando te enfrentas a un desafío o a un problema que piensas primero: ¿Qué hago o qué creo? ¿Qué tengo que hacer o qué tengo que creer?
Lo primero que siempre hacemos, generalmente, es pensar ¿Qué hago? Y pasamos demasiado tiempo pensando ¿Qué hacer? y otro tanto haciendo eso que pensamos hacer, pero se nos olvida que lo más importante será pensar ¿Qué creemos? Antes de ¿qué hacemos?
Si hace falta la provisión, primero nos ponemos a pensar en que hacer para ganar más, y luego nos ponemos en acción para ganar más, pero se nos olvidó lo que tenemos que creer, que si ya encontré su reino y si justicia la provisión vendrá por añadidura, y que por saberme muy amado, Dios actuará con poder a mi favor.
¿Me sigue? No es que no pienses que hacer y luego hagas eso que pensaste, no, es que lo estás haciendo “en seco”, “sin pólvora”, o sea, sin poder de Dios, porque se te está olvidando primero creer en su favor sobre ti y luego lanzarte hacer las ideas que estarás seguro que vienen de él.
Por eso Jesús dijo: “Al que cree todo le es posible” y también dijo: “No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios”.
¿Me explique?
Mezclar la gracia con ley trae estrés.
Otro problema viene cuando mezclas la ley y la gracia, porque experimentarás estrés y sólo algo de descanso de vez en cuando, cuando lo que Dios prometió es darte descanso siempre.
(NVI) Éxodo 33:14-17 “14 —Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor.15 —O vas con todos nosotros —replicó Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí. 16 Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra? 17 —Está bien, haré lo que me pides —le dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo.”
Esta es la promesa para su pueblo de vivir en la tierra de su favor, dejar de vivir estresado y vivir confiado, en reposo y en descanso.
Jesús dijo lo mismo:
(NVI) Mateo 11:28-30 “28 Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.”
¿Cuál es yugo de Cristo? La gracia.
Pero debemos aprender a vivir creyendo antes que haciendo.
Los últimos tres mensajes.
Los últimos tres mensajes nos han traído tremendas revelaciones de poder a nuestras vidas:
¿Qué tengo que hacer para tener una gran fe? Sólo creer que la tengo por la obra consumada de Jesús en la cruz.
¿Qué tengo que hacer para saberme muy amado? Orar, leer, ayunar, no, sólo creer que lo soy por la obra consumada de Jesús en la cruz.
¿Qué tengo que hacer para vencer todo eso negativo en mi vida que proviene de mi carne? Sólo creer que mi carne ya fue crucificada en la misma cruz del Calvario, por cuanto soy de Cristo.
Todas ellas hablan de creer y no de hacer, o bueno de hacer una sola cosa: creer en el favor inmerecido derramado en la cruz por nuestro Señor Jesucristo, que nos hace entrar en su reposo.
Saberte inmerecedor del favor de Dios, no es un concepto, es algo que debe de venir del fondo de tu corazón, saber que no tendrías por qué estar vivo, pero Dios te ha dado vida, que por tu maldad y la de tus padres, deberías estar lleno de maldiciones y desgracias y Dios te llena de bendiciones, que nuestra carne va a hacer lo malo, pero Dios nos ve como buenos, cómo correctos delante de él.
El favor de Dios es para los que se saben que no se merecen nada.
Vivir en reposo para no ser desobedientes.
Hebreos 4:9-10 9Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.”
El ejemplo de desobediencia fue el de los 10 espías y todo el pueblo que no quisieron entrar a la tierra prometida del favor de Dios, porque dijeron que “su esfuerzo” no alcanzaría para vencer a los gigantes que habitaban la tierra de Canaán.
Recuerda esta frase que le di en los primeros mensajes de la Gracia: Al que cree bien le va bien.
Así que podemos concluir que de lo que se trata vivir en la tierra del favor de Dios es de creer bien antes de hacer.
V LOS FRUTOS DE VIVIR EN LA TIERRA DE FAVOR
Esta última parte del mensaje se titula: Los frutos de vivir en la tierra de favor.
Fruto 1:
Efesios 1:6 “6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,”
Aceptos es la palabra griega Charitoó que significa: Favorecer grandemente, colmar de gracia.
O sea, que somos Favorecidos grandemente en Jesús que es el Amado, nuestro Amado.
Vivir en la tierra del favor de Dios implica saberte muy favorecido, muy bendecido, sin merecerlo.
El favor de Dios es para los que saben inmerecedores, saben que no hay esfuerzo que los haga merecedores.
Fruto 2:
El favor de Dios trae una paz que sobre pasa el entendimiento. La ley trae estrés.
Egipto representa vivir una vida de estrés y angustia, la gracia representa una vida de paz y confianza en Dios.
Fruto 3:
Romanos 8:28(a) “28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,”
Cuando vives en la tierra del favor de Dios sabes que todo lo que te sucede obra para tu bien.
No importa que al principio se vea como una dificultad o una mala situación, tú sabes que Dios le dará la vuelta a tu favor, porque tú vives en la tierra de su favor inmerecido.
Fruto 4:
Salmos 5:12 “12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.”
El favor de Dios también protege.
Tú vives protegido de calamidades porque habitas en la Tierra de Favor.
Cuando se te cierran algunas puertas son para protegerte, Dios te está protegiendo.
Si no hay provisión no significa que no haya favor, sólo significa que Dios está acomodando las piezas para que venga lo que te sea mejor.
Fruto 5:
El favor de Dios no está en tus decisiones, el favor de Dios está en Ti.
Así que cree que, aunque te equivoques Dios corregirá la plana.
Fruto 6:
Éxodo 12:1-2 “1Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.”
Cuando ellos salieron de Egipto para entrar a la tierra prometida de su favor, Dios les cambió el tiempo y a partir de ahí comenzaría un nuevo tiempo.
Cuando tú decides habitar en la tierra prometida de su favor inmerecido, ahí comienza un nuevo tiempo para ti, una nueva vida.
No importa lo que hayas vivido antes, lo que hayas sufrido antes, lo que hayas batallado antes, o te hayas equivocado antes, Dios ahora está empezando un nuevo tiempo contigo y él te da descanso.
2ª Corintios 5:17 “17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Eres una nueva persona cuando te metes bajo su gracia y su favor.
Fruto 7: Salir de Egipto.
Cuando decides dejar de vivir en Egipto, debido al cordero pascual y a la sangre puesta en los dinteles de las puertas del pueblo de Dios, Dios les dio:
Cuando tú decides entrar a habitar en la tierra de favor que Dios te ha dado a través de obra consumada de Jesús en la cruz, su favor te da protección, provisión, promoción, salud y bendiciones.
Gozarás de bendiciones que no trabajaste, bendiciones por las que no te esforzaste, casas que no construiste, tierras que no plantaste, cisternas que no cavaste, porque todo eso viene incluido en el favor de Dios.
¡Prepárate para recibirlo!
Fruto 8:
Josué 1:3-5 “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”
Lo que Dios le promete a su pueblo es que cuando decides creer en Dios para entrar a la tierra prometida de su favor, nada ni nadie te podrá sacar de la tierra del favor de Dios, porque no se trata de lo que tú haces o dejas de hacer, sino de lo que crees que Jesús ya hizo por ti.
Amén.