I RESUMEN DEL MENSAJE ANTERIOR
En las últimas semanas hemos hablado acerca de la gracia y hemos entendido que nuestra salvación y los dones o habilidades que tenemos los hemos recibido por su gracia. Es un regalo que no nos merecemos, pero Dios en su inmenso amor y gracia por nosotros, nos los ha dado para ponerlos al servicio de Él y de la gente.
Aprendimos que debemos esforzarnos en utilizar nuestros dones, que no porque sean un regalo los podemos desperdiciar, al contrario, es porque valoramos y agradecemos su gracia que los ponemos al servicio de su iglesia y de la gente a donde quiera que vayamos.
Por último, quiero recordar que podemos y debemos crecer en la gracia, que, si ponemos nuestros dones, talentos y recursos para bendecir al prójimo, el Padre nos dará aún más de lo que damos, por eso dice la Escritura que más bienaventurado es dar que recibir.