I MENSAJE CENTRAL
En las últimas semanas hemos hablado de dos de las batallas más importantes que librará nuestra fe toda la vida: Contra el dinero y contra las emociones.
Las dos semanas anteriores hablamos de la batalla que enfrenta nuestra fe contra el dinero y las riquezas, hoy vamos a hablar de: La batalla que tiene la fe contra nuestras emociones.
Hoy vamos a seguir hablando de: La batalla que tiene la fe con las riquezas.
Hoy Dios nos va a terminar de enseñarnos en su palabra como puede nuestra fe vencer la oposición de las riquezas.
Hoy vamos a hablar de: La batalla que tiene la fe contra las riquezas.
La semana pasada aprendimos lo que implica vivir por fe y no por vista, aprendimos cuál es la normalidad de alguien que de verdad vive por fe.
En nuestro caminar cristiano hemos visto que lo que más le impide a la gente vivir por fe es el dinero, ya sea la falta de él o el exceso de él.
Hoy Dios nos va a enseñar en su palabra como puede nuestra fe vencer la oposición de las riquezas.
Hoy vamos a hablar de: Aprobación.
A todos nos gusta sabernos y sentirnos aprobados por las personas a nuestro alrededor, en especial, las que son importantes para nosotros.
Esto es normal, pero se convierte en un problema cuando nuestros estados de ánimo y resultados dependen de lo que opinen los demás.
Hoy vamos a hablar de: La queja y la amargura.
Voy a decirle de qué va a tratar el mensaje de hoy en una frase: Cada vez que experimentamos dolor o la frustración tenemos la tendencia de quejarnos culpando a alguien o a algo.
Hoy vamos a hablar de: La importancia de nuestra perspectiva.
Voy a decirle de qué va a tratar el mensaje de hoy en una frase: Los resultados de nuestras vidas tienen todo que ver con lo que hay en nuestros corazones, por esto es muy importante la perspectiva que tengamos de nosotros mismos.
Hoy vamos a hablar de: Cómo ser mejores espiritualmente.
Déjeme decírselo en una frase: “La fuerza para vivir una vida gloriosa no nos viene de nuestra fuerza de voluntad o determinación, nos viene de conocer a Cristo y recibir su maravillosa gracia y favor inmerecido.”
Te resumiré el mensaje de hoy en una frase: Dios quiere usar grandemente a sus hijos, pero muchas veces la gente no cree que Dios quiera o pueda usarlas.
Te voy a resumir el mensaje de hoy en una frase: Mucha gente siente que divaga y que no le puede encontrar propósito y sentido a su vida.
Hoy Dios quieren enseñarnos en su palabra cómo dejar de divagar y comenzar a caminar en línea recta hacia los propósitos que Él tiene para cada uno de nosotros y nuestras generaciones.