I MENSAJE CENTRAL
Hoy vamos a hablar del significado mas profundo que tiene la celebración de la Semana Santa.
Hoy abundaremos en el poder maravilloso y único que tiene la obediencia de nuestro Señor Jesucristo.
Te presentaré otro ángulo de lo que significa tomar tu cruz y seguir a Jesús, y te darás cuenta de que has estado cargando, por años, cargas que no era necesario que llevaras.
El día de hoy hablaremos de guerra espiritual, quiero enseñarles, como es la guerra espiritual bajo la Gracia y bajo su justicia.
Hoy hablaremos del poder que tiene en nosotros el hablar palabras de justicia.
Hoy Dios nos enseñará en su palabra que bajo su gracia nuestra fe va acompañada de un corazón justo y de palabras de vida, y de bendición, para nosotros mismos y para los demás.
El pecado, es sin lugar a dudas, uno de los temas más controversiales en la vida cristiana, es parte central de la caída del hombre con Adán y Eva, motivo de condenación para unos, trae consigo una pesada losa de culpabilidad para quien lo comete, para otros tantos es motivo de maldiciones familiares y generacionales, y en general, se le ha considerado como un enemigo “invencible” para el hombre.
Hoy Dios nos quiere hablar de cómo Él está trayendo un vino nuevo para una nueva generación de su iglesia.
En los tiempos finales, Dios acelerará la propagación del evangelio de su gracia para que muchos puedan encontrarse con Él.
La semana pasada aprendimos que una de las razones por las que el hombre antepone sus obras a la gracia, y termina mezclando su evangelio, es porque filtra las Escrituras a través de su necesidad de valer por lo que hace y su necesidad natural de reconocimiento.
Hoy Dios nos va a hablar en su palabra acerca de la diferencia entre el evangelio de la gracia y el evangelio de la gracia mezclada con la ley de Moisés.
Para Dios es importante que prediquemos el evangelio de la gracia sin mezclarlo con la ley de Moisés porque fue el evangelio que predicó Jesús.
Hoy Dios nos va a hablar en su palabra acerca del papel tan importante que tiene su iglesia para que sus hijos puedan vivir bajo su gracia y reciban todos los beneficios de la obra de amor en la cruz de nuestro Señor Jesús.