I MENSAJE CENTRAL
La semana pasada aprendimos que a Dios le interesa mucho que seamos sabios, que tengamos su sabiduría para dirigir nuestra vida.
Este será la segunda parte del mensaje, y hoy aprenderemos que también le interesa mucho a Dios que sepamos lo que significa ser justos y santos para él.
Hoy Dios nos va a enseñar en su palabra la importancia que tiene buscar la sabiduría de Dios para vivir nuestra vida y la de nuestras generaciones.
Hoy Dios nos hablará en su palabra lo que significa dar frutos de su justicia en nosotros.
Hoy Dios nos va a hablar de cómo edificar nuestro altar personal y familiar.
Hoy es el día en que les vamos a compartir la visión que Dios nos ha dado para esta nueva temporada.
La visión es esta: Ayudarle a su pueblo a recuperar su altar personal y familiar bajo su gracia y su justicia.
La semana pasada Dios nos habló, en su palabra, de la importancia de vencer a nuestra carne para poder tener las relaciones personales llenas de abundancia que él diseñó para nosotros.
Hoy nos hablará de la importancia de dominar nuestras emociones para poder disfrutar de esa vida en abundancia que él nos prometió y consumó para nosotros en la cruz.
Hoy hablaremos de cómo vencer esos aspectos de nuestra vida que han hecho que no podamos tener las relaciones personales que nos gustaría tener, y que no nos han dejado disfrutar vida en abundancia prometida por nuestro Señor Jesús.
Hoy vamos a hablar de la importancia que tiene, no solo recibir el don de la justicia, como lo comentamos la semana pasada, sino hablaremos de la importancia de vivir permanentemente con el don de la justicia.
Hoy vamos a hablar de la importancia que tiene aprender a recibir lo que enseña la palabra de Dios.
Cierto es que Jesús dijo que era mejor dar que recibir, pero vamos a aprender cuando dar y cuando recibir.
Hoy vamos a hablar de cómo hacerles frente a nuestras debilidades.